Una fachada pegada se trata de un tipo de reviestimiento formado por baldosas o placas normalmente de piedra natural, cerámica o superficies ultracompactas (dekton, neolith,…) que van directamente pegadas al muro del edificio mediante un mortero. Este revestimiento es la capa que cubre al muro o paredes exteriores de nuestra casa/edificio.
Sus principales beneficios son que es un sistema relativamente económico de revestir una fachada aportándole, diseño, durabilidad, resistencia al agua, al frío y al fuego. Además son fáciles de limpiar y de mantener.
Los tipos de revestimientos que se utilizan para las fachadas pegadas son normalmente piedra natural, cerámica y superficies ultracompactas en diferentes colores, acabados, formatos y espesores.